Crecimiento en breve:
En este artículo, inspirado en el libro Amp It Up de Frank Slootman, exploraremos la diferencia crucial entre ser el conductor y ser el pasajero en tu viaje de emprendimiento y, más aún, de tu vida.
La mentalidad del conductor, caracterizada por la proactividad y la visión clara, te impulsa hacia el éxito.
Aprenderás a identificar y superar las creencias limitantes que te mantienen en el asiento del pasajero, y descubrirás estrategias prácticas para tomar el control de tu camino, definir metas claras y construir el futuro que deseas para tu emprendimiento y para ti mismo.
Anuncios parroquiales:
Esta entrada hace parte de nuestra serie sobre emprendimiento y liderazgo y está basada en el libro Amp It Up de Frank Slootman y en mi experiencia personal de emprendimiento a lo largo de los años.
Como todos los martes, esta entrada es gratis y de libre acceso para todos nuestros suscriptores.
Sin embargo, la versión en audio de cada entrada, el acceso completo a las entradas de los jueves y los sábados, así como al archivo de publicaciones, está reservado para nuestros miembros pagos (los suscriptores gratuitos tienen acceso a una parte sustancial de las entradas, pero no a su totalidad).
Si quieres apoyar nuestro trabajo, y mantener este espacio libre de publicidad, te invitamos a hacerte miembro pago:
Ahora sí, a lo que vinimos:
Imagina por un momento que tu emprendimiento es un vehículo. ¿Estás en el asiento del conductor, tomando decisiones firmes y marcando el rumbo? ¿O estás en el asiento del pasajero, dejando que los demás y las circunstancias te lleven por su camino?
En el apasionante viaje del emprendimiento, la diferencia entre el éxito y la frustración a menudo radica en cómo tomas cada una de tus decisiones: ¿eres el conductor o el pasajero?
Conductores y pasajeros: dos mentalidades, dos caminos
Amp It Up nos invita a reflexionar sobre esta dicotomía utilizando una poderosa analogía.
Los conductores, al igual que en la vida real, son quienes toman el volante de su destino. Son aquellos emprendedores (o empleados) que no se limitan a soñar, sino que actúan. Poseen una visión clara de lo que quieren lograr y no dudan en tomar la iniciativa para convertir sus ideas en realidad.
Los conductores son dueños de sus decisiones, asumen la responsabilidad de sus actos y no le temen al fracaso, sino que lo ven como una oportunidad de aprendizaje.
Por otro lado, los pasajeros se caracterizan por su actitud reactiva. A menudo, carecen de una dirección definida y se dejan llevar por las circunstancias, como un barco a la deriva en medio del océano. Delegan excesivamente en factores externos, esperando que sean otros quienes resuelvan sus problemas o les indiquen el camino. El miedo al fracaso se convierte en un pesado lastre que les impide tomar riesgos y salir de su zona de confort. Se conforman con observar el paisaje pasar, sintiendo que no tienen el poder de cambiar su situación.
Las ventajas de tomar el volante: el poder de ser un conductor
Ser un conductor en tu viaje emprendedor no se trata sólo de controlar el volante, sino de experimentar la libertad y la satisfacción de construir tu propio camino. Esta actitud proactiva trae consigo una serie de ventajas que impactan directamente en tu crecimiento personal y profesional.
En primer lugar, como conductor tienes el control (dadas las circunstancias) de tu destino. Tú decides hacia dónde te diriges, qué camino tomar y a qué velocidad avanzar. Defines tus propias metas, diseñas tus estrategias y estableces tus propios plazos, sin depender de la aprobación o la dirección de otros. Eres dueño de tu tiempo y de tus decisiones.
Esta autonomía se traduce en una profunda satisfacción personal y profesional. No hay nada más gratificante que ver cómo tus ideas toman forma y cómo tu esfuerzo se traduce en resultados tangibles. La sensación de estar al mando de tu propio destino, de ser el arquitecto de tu propio éxito, es una poderosa fuente de motivación que te impulsa a seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.
Y hablando de dificultades, los obstáculos son inevitables en el camino del emprendimiento. Sin embargo los conductores se caracterizan por su resiliencia, que les permite sortear las dificultades con entereza. No se rinden ante el primer obstáculo, sino que lo ven como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Asumen sus errores, extraen lecciones valiosas de cada experiencia y salen fortalecidos de cada desafío.
Esta capacidad de adaptación y aprendizaje constante les permite crecer y crear a un ritmo acelerado. Al tomar decisiones estratégicas, asumir riesgos calculados y estar siempre abiertos a nuevas posibilidades, los conductores se abren a un sinfín de oportunidades. Su mentalidad de crecimiento constante les permite adaptarse a los cambios del mercado, identificar nuevas tendencias oportunamente y capitalizar sobre ello.
De pasajero a conductor: un camino de transformación personal
La buena noticia es que todos llevamos un conductor dentro. Si te identificas más con el rol del pasajero, no te preocupes, la transformación es posible. Se trata de un viaje de autoconocimiento, de identificar tus miedos y de tomar la decisión consciente de tomar el control de tu destino.
El primer paso en este camino de transformación es identificar tus frenos. ¿Qué te impide tomar el volante? ¿Cuáles son las creencias limitantes que te mantienen en el asiento del pasajero?
A veces se trata de miedos profundamente arraigados: miedo al fracaso, al qué dirán, a la incertidumbre. Otras veces son inseguridades que nos susurran al oído para decirnos que no somos lo suficientemente buenos, lo suficientemente inteligentes o lo suficientemente capaces. Toma conciencia de esos pensamientos limitantes y desafíalos.
Una vez que identifiques tus obstáculos internos, es hora de definir tu destino. ¿Cuál es tu propósito en la vida? ¿Hacia dónde quieres dirigir tu emprendimiento? Establece una visión clara y concisa de lo que quieres lograr. Define metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos. Tener una meta clara te dará la dirección que necesitas para avanzar con paso firme. Por ejemplo, en lugar de decir "quiero tener un negocio exitoso", podrías plantearte "quiero crear una tienda online de productos artesanales que genere $2,000 dolares mensuales en ventas de acá a un año".
Con un destino en mente, lo siguiente sería trazar tu ruta. Un conductor no se lanza a la carretera sin un mapa. Elabora un plan de acción detallado que te permita avanzar hacia tus objetivos paso a paso. Divide tus metas en tareas más pequeñas y establece plazos realistas. Un plan bien definido te ayudará a mantener el enfoque y a medir tu progreso a lo largo del camino. Siguiendo el ejemplo anterior, podrías dividir la meta en tareas específicas como: investigar el mercado de productos artesanales, crear una tienda online, diseñar una estrategia de mercadeo digital, comprar un dominio, entre otras.
Recuerda que no estás solo en este viaje. No tengas miedo de buscar acompañamiento. Busca mentores, únete a comunidades de emprendedores o rodéate de personas que te inspiren y te impulsen a crecer. Compartir tus ideas, tus dudas y tus éxitos con personas que te entienden y te apoyan puede marcar la diferencia en tu camino hacia el éxito. Asiste a eventos, busca grupos en redes sociales o contacta a emprendedores que admires. Nunca sabes de dónde puede venir la ayuda o la inspiración que necesitas.
En el viaje del emprendimiento, la decisión es tuya: ¿quieres ser el conductor que traza su propio rumbo o el pasajero que se deja llevar por la corriente? Al adoptar la mentalidad del conductor, tomar decisiones conscientes y actuar con determinación, podrás convertir tu visión en una realidad.
Recuerda, el éxito no es un destino, sino un viaje. Y tú tienes el poder de elegir cómo quieres vivirlo.
Píldoras de crecimiento: ¿cómo ser un conductor?
Para cerrar esta entrada, quisiera listar lo que, considero, es el listado preliminar de acciones que debemos tomar para apropiarnos en el rol de conductores de nuestro emprendimiento… y de nuestra vida.
Toma el volante: reflexiona sobre tu rol actual en tu emprendimiento/trabajo. ¿Te dejas llevar por las circunstancias o tomas decisiones activas para alcanzar tus objetivos? Si te identificas más con el pasajero, es hora de tomar tus propias decisiones. Empieza por identificar una pequeña acción que puedas realizar hoy mismo para tomar el control de una situación y mostrar de lo que eres capaz.
Desafía tus miedos: escribe una lista de tus miedos y creencias limitantes. ¿Cómo te están frenando? Por ejemplo, si el miedo al fracaso te paraliza, pregúntate: "¿qué es lo peor que podría pasar si fracaso?" y "¿qué puedo aprender de esa experiencia?". Inclusive como lo vimos previamente, técnicas como los "5 por qués" puede ayudarte a llegar a la raiz de tus dudas.
Define tu hoja de ruta: define tu visión y establece tres objetivos SMART para tu vida. Recuerda que los objetivos SMART son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos. Por ejemplo, en lugar de decir "quiero aumentar mis ventas", podrías plantearte "quiero aumentar mis ventas un 20% en los próximos tres meses a través de una estrategia de marketing digital".
Busca un copiloto: identifica a una persona que admires por su mentalidad de conductor y busca su consejo. Puede ser un mentor, un colega o incluso un amigo o familiar que te inspire. Pregúntales sobre sus experiencias, sus desafíos y sus aprendizajes. Su experiencia puede ser una valiosa fuente de inspiración y guía en tu propio camino.
Desde un punto de vista personal, puedo decirte que al comienzo de mi carrera profesional era un muy buen pasajero. Cumplía mis tareas y sobresalía por encima de otros compañeros a mi nivel. El cambio grande lo sentí cuando empezaron a darme la libertad de tomar decisiones y le saqué el máximo provecho; de hecho, en mi primer trabajo oficial pasé de ser desarrollador a ser líder técnico y luego, gerente de producto. Este cambio de mentalidad me ha servido mucho en mi trayectoria profesional, tanto como empleado como emprendedor.
Si ya eres líder, recuerda sacar el potencial de tus empleados. Siempre que puedas, permite que tomen sus propias decisiones y tengan el poder de asumir sus responsabilidades. Cuando puedas, en vez de decir: "Deberías hacer esta tarea de cierta manera", primero pregunta: "¿Cómo se te ocurre resolver esta tarea?".
¡Adelante con tu proyecto!
Daniel
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Crecimiento Consciente para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.