Seamos más generosos con las palabras
Explora cómo el uso consciente y generoso de nuestras palabras puede impactar nuestra vida y la de los demás, desde una perspectiva tanto emocional como racional
Crecimiento en breve:
La generosidad con las palabras puede tener un impacto transformador tanto a nivel personal como social, contribuyendo a fortalecer relaciones y crear un ambiente de apoyo y validación emocional.
Ser generosos con nuestras expresiones, ya sea un 'te amo', una felicitación o un consuelo sincero, puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes nos rodean, sin un costo significativo para quien lo expresa.
Desde una perspectiva económica y de teoría de juegos, una actitud generosa con nuestras palabras promueve un equilibrio social más beneficioso, donde todos ganan al crear vínculos más profundos y significativos.
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Esta entrada hace parte de nuestra serie sobre inteligencia emocional y está basada en diversos artículos académicos, lecciones de pensadores como Victor Frankl, Carl Jung y Alain de Botton, pero, sobre todo, en nuestras reflexiones personales.
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Ahora sí, a lo que vinimos:
Hace un par de semanas hablábamos sobre la importancia de la generosidad y cómo esta cualidad puede transformar tanto nuestras vidas como las de quienes nos rodean. Reflexionamos sobre cómo ser generosos no sólo nos acerca a una vida plena y conectada, sino que también nos permite construir relaciones más profundas y significativas, contribuyendo al bienestar colectivo. Hoy quiero profundizar un poco más en esta cualidad, haciendo énfasis en una que a veces pasa inadvertida, pero que tiene un poder de transformación inmenso: la generosidad con las palabras.
Debo admitirlo, es uno de mis puntos más débiles. Siempre me ha costado mucho expresar mis sentimientos, escatimando en palabras llegado el momento. Nada me cuesta más que un "te amo", por ejemplo.
Durante los últimos años, he procurado trabajar conscientemente en este aspecto, intentando romper con esas barreras internas que me limitan a la hora de expresar lo que siento hacia los demás; y en expresar eso que los demás necesitan escuchar de mí.
Y es precisamente por eso que quiero exponer aquí el caso en favor de dar más cariño, más reconocimiento, más ánimo y consuelo a quienes nos rodean… a través de nuestras palabras.
No me refiero a ser falsos o empalagosos. No. Me refiero a todas esas veces que nos contenemos en nuestras expresiones hacia los demás. Una frase de consuelo, de agradecimiento, de felicitación, en ofrecer un perdón, en decir un "te amo". Hablo de trabajar en esas inseguridades que nos restringen de darle a los demás, y a nosotros mismos, esas palabras que pueden marcar una gran diferencia.
Para ello quiero apelar a varios planteamientos filosóficos, pero también a un sencillo modelo de teoría de juegos que, como economista, me ayuda a organizar mis argumentos y posición sobre el tema. Espero los encuentren persuasivos.
Los beneficios de la generosidad con las palabras
Como mencionamos en nuestra entrada sobre la generosidad, ser generosos tiene un impacto significativo tanto en nuestro bienestar como en el de los demás. La generosidad con las palabras, al ser una manifestación particular de esta cualidad, comparte muchos de estos beneficios. Uno de los factores más poderosos es el efecto mariposa: en este caso, una palabra adecuada en el momento justo puede mejorar decenas, miles y hasta millones de vidas a un costo infinitesimalmente bajo para quien la pronuncia.
Recordemos que, desde un punto de vista estrictamente fisiológico, realizar y ser testigo de actos de generosidad desencadenan un efecto de retroalimentación positiva en nuestro cerebro, incrementando los niveles de oxitocina y dopamina, neurotransmisores asociados con el bienestar y la felicidad.
Cuando somos generosos con nuestras palabras, no sólo contribuimos al bienestar de los demás, sino también al nuestro. Es una de esas raras situaciones en las que todos ganan.
Reflexiones sobre la importancia de las palabras
A lo largo de la historia, son muchos los grandes pensadores que han reflexionado sobre el poder del lenguaje y la importancia de usar nuestras palabras de manera consciente y generosa.