[Lo mejor de 2024] El valor del interés compuesto en el tiempo
Y por qué es el secreto para el éxito empresarial, las relaciones valiosas y, en general, para una vida longeva, plena y feliz
Crecimiento en breve:
Nuestro cerebro tiende a pensar de forma lineal, pero para construir una vida plena y longeva necesitamos adoptar una mentalidad exponencial, reconociendo el poder del esfuerzo compuesto en el tiempo.
En salud, emprendimiento, inteligencia emocional y deporte, las pequeñas decisiones y acciones que realizamos consistentemente a lo largo del tiempo tienen un impacto acumulativo que define nuestro éxito.
No se trata de buscar atajos o soluciones mágicas, sino de abrazar el valor del esfuerzo constante, la dedicación y la paciencia para cosechar grandes recompensas en el largo plazo.
Notas al margen:
Esta entrada hace parte de nuestra serie de fin de año, en donde les compartimos algunas de nuestras mejores publicaciones en esta primera temporada de Crecimiento Consciente.
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La entrada:
Con Daniel consideramos que este es el momento adecuado para compartirles una entrada muy cercana a la filosofía que guía a Crecimiento Consciente: el interés compuesto… o, quizás más apropiado, el valor del esfuerzo compuesto en el tiempo.
Para los que nos leen desde hace un tiempo, se habrán percatado que la mayoría de actitudes y comportamientos por los que abogamos implican sobreponerse a la incomodidad y los costos de corto plazo, todo con el ánimo de cosechar enormes réditos en el largo plazo. Como dicen por ahí, el camino hacia el éxito y, más aún, hacia una vida plena está lleno de espinas... y es justamente el temor a pincharse o rasguñarse con una de ellas lo que nos impide aventurarnos en él.
La primera vez que me enfrenté de una manera estructurada a este tema estaba terminando de cursar mi carrera como economista. En una de mis clases favoritas, Teoría y Política Fiscal, salió a relucir el concepto de "inconsistencia intertemporal": los individuos, los agentes económicos, por más racionales que sean (o quieran ser) tienden a tomar decisiones que les resultan beneficiosas en el corto plazo, pero que van en contravía de su bienestar en el largo plazo.
En efecto, en un reciente documento de trabajo, el profesor de la Universidad de los Andes y doctor en economía, Hernán Vallejo, demuestra teóricamente que es mejor para los agentes económicos suavizar su senda de consumo y ocio a lo largo del tiempo, en vez de propender por picos de satisfacción en el corto plazo. El problema es que para esto se requiere de considerable fuerza de voluntad... o, mejor aún, de mecanismos de compromiso sólidos.
Un par de años después, en mi segundo trabajo, tuve la oportunidad de participar en una consultoría para uno de los fondos de pensiones más importantes de Colombia. Nuestra tarea era diseñar este tipo de mecanismos de compromiso, enfocados en fomentar el ahorro voluntario en pensiones, especialmente en las poblaciones más jóvenes. Y a pesar de que entregamos una serie de estrategias muy efectivas según la literatura de la economía del comportamiento, todos los miembros del equipo, y el cliente también, coincidimos en que la herramienta más poderosa para acometer este fin pasaba por la pedagogía: mostrarle a la gente el valor del interés compuesto en el tiempo.
En el contexto del ahorro pensional, y de las finanzas en general, la diferencia entre componer los retornos de un capital inicial y no hacerlo (retornos simples) es impresionante a la vista: casi órdenes de magnitud de diferencia.
Pero el problema es que nuestro cerebro, por el proceso evolutivo que ha atravesado nuestra especie, está predispuesto a tener un pensamiento lineal (de interés simple), no exponencial; tendemos a sobreponderar los beneficios del presente y a sobrecastigar los del futuro. Si nuestro objetivo, como comunidad de Crecimiento Consciente, es el de tener una vida longeva y plena, necesitamos tener una mentalidad exponencial, no lineal.
Y, para ello, para ayudarlos a abrazar esta filosofía, queremos compartir con ustedes las bondades del esfuerzo compuesto en cada uno de los pilares de Crecimiento Consciente: salud y nutrición; emprendimiento y liderazgo; inteligencia emocional; y deporte y rendimiento.
Salud y nutrición: pequeñas decisiones, grandes consecuencias
En el ámbito de la salud y la nutrición, el interés compuesto juega un papel fundamental. Si bien es cierto que llevar una dieta balanceada y un estilo de vida saludable puede parecer "costoso" en el corto plazo, y sus beneficios no siempre son evidentes de inmediato, la acumulación de malas decisiones a lo largo del tiempo puede tener un impacto devastador en nuestra salud a largo plazo.
Miremos nada más las enfermedades cardiovasculares o las metabólicas, sobre las que ya hemos hablado antes, que son la principal causa de muerte en nuestra sociedad moderna. No son enfermedades que se presentan de un día para otro; toman años, incluso décadas, en desarrollarse, producto de la acumulación de decisiones que dan mayor ponderación a nuestra satisfacción, a nuestro placer de corto plazo, que a nuestro bienestar a lo largo de nuestra vida.
Fumar un cigarrillo, tomarse una cerveza o trasnochar un día pueden parecer acciones inocuas en el corto plazo, pero si se repiten día tras día, mes tras mes, año tras año, es muy probable que terminen afectando nuestra salud. La acumulación de estos pequeños "placeres" puede derivar en enfermedades respiratorias, cardiovasculares, metabólicas o incluso en cáncer.
Un estilo de vida longevo requiere que la mayoría de nuestras decisiones, es decir, nuestros hábitos, estén alineados con lo que es más favorable para nuestra salud a largo plazo.
Esto implica llevar una dieta sana y equilibrada, rica en proteínas, fibra y nutrientes esenciales; realizar actividad física de forma regular; evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco; y en general, priorizar el bienestar a largo plazo sobre la gratificación inmediata.
Emprendimiento y liderazgo: el poder de la ejecución implacable
En el ámbito del emprendimiento y el liderazgo, el interés compuesto también juega un papel crucial. Tras varios emprendimientos fallidos, con Daniel hemos interiorizado una poderosa lección de Sam Altman (CEO de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT):
“El éxito empresarial se alcanza a través de la ejecución implacable, día tras día, de las tareas que se desprenden de la visión de un proyecto. No hay atajos ni fórmulas mágicas. El éxito se construye con trabajo duro, dedicación y enfoque.”
Algo similar ocurre con el liderazgo. Un verdadero líder no se autoproclama, sino que se gana el respeto y la confianza de los demás a través de sus acciones, su coherencia y su compromiso a lo largo del tiempo. El liderazgo auténtico surge de la admiración que genera el trabajo constante, la generosidad y el interés genuino por el bienestar de los demás; del dinero, la fama y el poder, sin los demás componentes, puede surgir un buen jefe o administrador, en el mejor de los casos.
Inteligencia emocional: el camino del autoconocimiento y la compasión
En el ámbito de la inteligencia emocional, el interés compuesto se manifiesta en las relaciones que cultivamos con nosotros mismos y con los demás. Cualquier amistad o relación de pareja que valga la pena requiere de años, incluso décadas, de dedicación y esfuerzo. Se trata de acumular suficientes experiencias compartidas, buenas y malas, para que pueda florecer nuestra vulnerabilidad, nuestra compasión y generosidad; pilares fundamentales del amor y la amistad verdadera.
Incluso con nosotros mismos, el proceso de descubrirnos, de encontrar nuestro propósito, sanar nuestros traumas y alcanzar la adultez toma años de trabajo duro, costoso y dedicado. Requiere de decisiones difíciles, como dejar ir a personas de nuestra vida, cuestionar creencias, modificar comportamientos, ajustar nuestra forma de comunicarnos con nosostros mismos… en fin, todas más fáciles de postergar, de omitir por completo, pero que, en el largo plazo, nos llenan de confianza, autoestima y amor propio.
Deporte y rendimiento: la madera de los campeones
En el ámbito del deporte y el rendimiento, el valor del esfuerzo compuesto es quizás aún más evidente. En nuestra serie sobre zonas de entrenamiento deportivo, hemos enfatizado la importancia de las sesiones de ejercicio de baja intensidad y larga duración para nuestro desarrollo físico a largo plazo. Estas sesiones, a menudo monótonas y aburridas, son las que nos permiten alcanzar nuestros objetivos en términos de VO2 máximo, tiempo en una competición y, en general y más importante, salud y vitalidad.
Sin embargo, la tentación, especialmente para los principiantes, es la de entrenar siempre "a fondo", sin dejar nada en el tanque. Creemos que ese es el camino más corto hacia el éxito, pero la realidad es que es el camino más directo a la lesión, el agotamiento y la frustración.
El trabajo constante y disciplinado, semana tras semana, por aburrido que parezca, es el que produce los mejores resultados a largo plazo.
Para ilustrar este punto, me gusta recordar la leyenda de Milo de Crotona, un antiguo atleta griego famoso por su fuerza y sus victorias en lucha libre. La historia cuenta que Milo, desde joven, empezó a cargar un ternero recién nacido sobre sus hombros todos los días. A medida que el ternero crecía, Milo seguía cargándolo, lo que le permitió aumentar gradualmente su fuerza. Con el paso del tiempo, Milo terminó siendo capaz de cargar a un buey adulto. La moraleja se cuenta sola.
Epílogo: adopta una mentalidad exponencial
Esperamos que esta entrada los haya inspirado a abrazar una mentalidad de crecimiento exponencial en todas las áreas de sus vidas. Se trata de ajustar nuestros cálculos de costo-beneficio, de tener en cuenta que las pequeñas decisiones que tomamos hoy pueden tener un impacto enorme en nuestro futuro.
Ya tienen los datos… y las herramientas. Ahora es el momento de ponerlos en práctica.
Vive y aprecia cada momento. Concéntrate en lo que está en tu control. Disfruta del proceso.
Un abrazo,
Carlos y Daniel